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GERENCIAR EN TIEMPOS DE CRISIS

09.10.2015 11:52

Hemos oido, con mucha frecuncia quizá, que las crisis no son más que oportunidades. Pareciera que sí, si tomamos en cuenta la experiencia de países que luego de la post guerra o después de haber pasado por catastróficos desastres naturales, han logrado mayores niveles de desarrollo y calidad de vida; o de personas que tras haberlo perdido todo han logrado incrementar aun más sus patroimonios. Creo importante preguntarnos ¿de qué está compuesto el éxito? ¿por qué unos países lo logran y otros no? ¿qué diferencia a las personas que han podido reconstruir sus vidas? Me vienen a la mente algunas palabras sueltas: objetivos, metas, capacidades, resiliencia, fortaleza, decisiones, esperanza, fe. A mi juicio, todo esto se necesita (y probablemente más) para desplazarnos desde donde estamos hasta donde queremos estar. Y creo que lo que queremos es bienestar. Por Fernando Sáez conocí un frase de Maturana: "Bienestar es estar donde quiero estar, procesando el dolor que lleva implícito". Esas palabras y esa frase son claves para gerenciar en tiempos de crisis. Pero ¿que es la crisis? Dice Ivonne Hidalgo "decimos que hay crisis cuando el mundo no es como queremos". Por lo tanto, declarar que estamos en crisis es eso, una declaración, un juicio, y será válido en la medida en que cada uno de nosotros lo fundamentemos. Cabe aquí la pregunta ¿qué hace que esta situación sea una crisis para mi? Allí es donde puedo encontrar los caminos para superarla. Lo que es crisis para unos no lo es para otros. Lo que nos permite observarnos y declarar la crisis es tener la referencia del otro. 

Como seres humanos somos únicos, somos diferentes pero somos en colectivo. "Vivimos en manada" continúa diciendonos Hidalgo. Y para "hacer de la crisis una base de crecimiento"...tenemos que trabajar la confianza: en sí mismo, en el otro, en el proceso (de estar en el mundo), y en la Vida". Afrontar las crisis y desplazarnos implica un trabajo de co-construcción y co-diseño con el otro. Esto es una tarea fundamental de la gerencia, siendo -de hecho- un hacer que toca lo colectivo. Gerenciamos con y para otros, y lo hacemos desde la conversación. Ya Humberto Maturana, Fernando Flores y Rafael Echeverria nos han hablado de la empresa ( o la organización) como red de conversaciones. De allí la importancia de que los (as) gerentes adquieran competencias conversacionales que les permitan acercarse al otro desde el observador que se es, y fluir en el escuchar, retroalimentar, prometer, pedir, ofrecer, reclamar y coordinar. 

A estos temas dedicaré el Módulo Herramientas de Coaching aplicadas a la Gerencia, que será parte del Taller "Gerenciar en Tiempos de Crisis", el cual será ofrecido por la empresa merideña Integrity Asesores Empresariales, en una hermosa casona del Pedregal de Tabay, el sábado 31 de octubre y el domingo 1ero de noviembre 2015.

 

 

EN MEMORIA A FRANCISCO ROJAS NAVAS

23.09.2015 09:39

En el pasado mes de Agosto murió mi amigo y socio Francisco Rojas Navas, profesor de la UNELLEZ. Dedicó su vida a la docencia y al apoyo a comunidades indígenas del Amazonas. Precisamente, regresaba de allí cuando sucedió su fatal accidente. Consultor apasionado por las  Empresas Familiares, a él le debo mi interés en el tema. Mis talleres y mis trabajos de consultoría para fortalecer emprendimientos y empresas familiares los dedicaré a la memoria de nuestro querido Pancho.

Gillliam Aguirre

EMPRENDIENDO NEGOCIOS FAMILIARES

07.07.2015 09:17

Los emprendimientos o negocios familiares tienen una particularidad: el equipo humano, o parte importante de él, ya existe, incluso antes de que exista la idea. Muchos negocios familiares se generan a partir de una interrogante: ¿qué haccemos?, en especial, en tiempos de crisis. Ahora bien, hay al menos dos tipos de Negocios o Empresas Familiares: aquellas que se forman a partir de la idea desarrollada por un "Pater Familias" o cualquier persona de autoridad reconocida y aceptada en el seno familiar, que dictamina los lineamientos  para hacer el negocio; y aquellas cuya idea y desarrollo es producto de la participación de varios miembros del grupo familiar. En las primeras, la familia trabaja para el fundador y, por lo general, la jerarquía familiar se traslada a la empresa, lo que genera conflictos de diversa naturaleza. En las segundas, el desarrollo de la idea es un hecho colectivo, atiende a un "nosotros". La familia está y se siente integrada al proceso emprendedor. Por eso hablamos de Familias Emprendedoras. Esto le otorga al emprendimiento familiar una distinción importante con respecto a cualquier otro: nace con una visión integral y tiene muchas más probabilidades de trabajar armoniosamente en equipo.

Las Familias Emprendedoras son sinérgicas, valoran el aporte de cada integrante desde sus propias competencias y, por ello, reconocen sus fortalezas y debilidades como colectivo. Aprecian la historia familiar desde el punto de vista emprendedor y rescatan  los logros y fracasos  para hacerlos parte de su aprendizaje. Aceptan las limitaciones y consideran las habilidades, vocaciones, experiencias y deseos de cada uno para desarrollar los mecanismos necesarios que les permitan consolidarse como una Familia Empresarial.

Por último, las Familias Emprendedoras se preparan para constituir su negocio o Empresa Familiar, conocen cuáles son sus peculiaridades en cuanto a la relación Familia-Empresa-Propiedad y trabajan, desde el inicio, en el diseño, constitución y desarrollo de los órganos  de gobierno orientados a la consolidación del emprendimiento y al fortalecimiento del lazo familiar.  Este tema es abordado en nuestro Taller Emprendiendo Negocios Familiares.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De Empresa Familiar a Familia Empresarial

13.03.2015 09:45

El apoyo a las empresas familiares, en España y muchos otros países del mundo, está en auge. Hasta hace poco, hablar de empresa familiar era hacer referencia  a  una empresa pequeña, poco organizada, donde los miembros de una familia, sin muchos conocimientos empresariales, desarrollaban un negocio. Un pequeño negocio. De pronto, el mundo empresarial y las instituciones de apoyo al emprendimiento cayeron en cuenta de que un importante número de las grandes empresas de hoy, así como  de corporaciones con presencia global, fueron -en sus orígenes- empresas familiares.  No obstante, no todas las empresas familiares se convierten en grandes empresas. Algunas de ellas, logran sobrevivir hasta la muerte de su fundador, mientras otras desaparecen mucho antes, cuando los integrantes de la familia van abandonando el negocio en busca de sus propios logros. En fin, no toda empresa familiar se transforma en una familia empresarial

Una familia empresarial, toda vez que comienza a desarrollar una idea de negocio, entiende que cada uno de sus integrantes, desde lo que es, desde lo que sabe hacer, desde lo que le gusta hacer, puede aportar en el proceso de generación, mantenimiento y crecimiento de un patrimonio familiar capaz de garantizarles la vida y, más aún, la calidad de vida, tanto a las generaciones actuales como a las futuras. Una familia empresarial acepta, reconoce y promueve una sana distancia entre familia y empresa, por lo tanto no traslada la estructura, la cultura  o la autoridad familiar a la empresa, ni obliga a ningún miembro a ocupar un cargo o ejercer un rol a la fuerza. Una familia empresarial, al igual que en todas las empresas cuyos orígenes no son familiares, dedica tiempo, esfuerzos y recursos al desarrollo de su talento humano, a la adquisición de competencias empresariales y al fomento del emprendimiento, con la finalidad de que la empresa familiar original sea la base para el desarrollo y consolidación de otras ideas de negocio. Por lo tanto,  gobierno, administración, crecimiento y sucesión, son temas que las familias empresariales conversan sin tapujos y, para ello, el coaching es una gran herramienta para aprender, aplicar y desarrollar competencias conversacionales.

Poder conversar objetivamente sobre los objetivos empresariales y su relación con el bienestar familiar, aceptando al otro como un otro válido aún siendo diferente; poder llevar a la mesa de reuniones los "quiebres" emocionales, tan cómodamente como las preocupaciones laborales, en un contexto de liviandad, es posible en el seno de una familia empresarial, cuando ésta logra incorporar en su cultura el diseño de las conversaciones necesarias.